miércoles, 4 de agosto de 2010

QUE SE CASEN Y DEJEN DE JODERLOS

Vamos, sabían que lo del matrimonio gay era un tema que íbamos a tratar, ahora está en toooodos lados y no tener una opinión, sea a favor o en contra, es casi imposible. Ya hemos rozado el tema en publicaciones anteriores, y saben mi postura, pero hoy profundizaremos un pelo más, así que es probable que algunas ideas se reiteren, pero es justamente porque los temas estaban más o menos concatenados.

Desde un tiempo ya que se habla de la posibilidad de que las personas homosexuales puedan contraer matrimonio, y esto se reforzó cuando nuestros vecinos allende los andes aprobaron la ley que permite a los gays contraer matrimonio (con la polémica obvia que trae un tema como este). Inmediatamente de ambos bandos salieron las voces en nuestro país a dar su opinión sobre esta materia. Para nadie es un secreto que en mi caso apoyo la iniciativa de que los homosexuales puedan casarse con todas las de la ley, déjenlos ser tan miserables como los heterosexuales (esto lo he dicho hasta el cansancio).

He escuchado que esto será el primer paso a que las familias como la conocemos desaparecerá ¿por qué?, que haya un matrimonio gay no aumentará el número de gays en el mundo, serán los mismos de siempre, sólo que ahora podrán casarse y ordenar el asunto patrimonial que no deja de ser poco; familia es más que un papá , una mamá e hijos, familia son las personas que te quieren, que quieres, a las que te une la sangre o el afecto, como esté constituida es más o menos irrelevante. He escuchado decir que es "horrible que esto suceda (que los gays se casen), porque ahora los niños pensarán que es normal que dos hombres se casen", ¿qué es normal?; hace años era normal tener esclavos, sin embargo hoy esa idea repugna a cualquier persona medianamente racional, era normal que las mujeres fueran casi un objeto decorativo o simplemente reproductivo, hoy dudo que pueda sostener esa idea sin que alguien lo agarre a cachuchazos lo normal muta, y prefiero que los niños sepan que un hombre ame a otro, o una mujer a otra mujer es normal, quizás no mayoritario, pero si normal, no hay nada perverso, ni nada malo, el amor se manifiesta de una forma diferente, y créanme que los niños son capaces de tomar ese concepto mejor de lo que los adultos. Ni siquiera el mismo matrimonio es algo natural, es una convención social, que hemos aceptado como común y corriente porque lleva años de años en nuestra sociedad. Todos estos conceptos son eminentemente mutables, y siempre el cambio es resistido, y siempre hay grupos más poligonales (por no decir cuadrados) que siempre estarán a la cabeza de esa resistencia, resistencia absolutamente legítima, mientras los argumentos no sean leseras.

Lo gay no es contagioso, si un niño crece entre padres (o madres homosexuales) no será una condena irrevocable de gay-dad, antes se decía que los hijos de padres separados eran más propensos a un montón de aflicciones, porque no era normal que los papás se separaran, es ese mismo prejuicio pelota, simplemente que transmitido al taboo de hoy. No hay una conspiración homo que busque convertirnos a todos a sus filas, como una película de zombie, no hay un ejército de gays con un gran sentido de la moda, amantes de Madonna, Pablo Simonetti, o Barbara Streisand esperando en las sombras para llevarnos al lado rosa de la fuerza, eso es una caricatura pobre, y mal informada. Plantear que son una amenaza a nuestro estilo de vida es ridículo, no son malas personas, ni buenas, son personas como uno, hay pelmazos, hay tipos/as geniales, tarados/as, brillantes, darle un valor o demérito agregado es una huevada sin pies ni cabeza.

Cuando escucho a ciertos actores nacionales (particularmente el señor Carlos Larrain y al cardenal Errázuriz) hablando con una soltura de cuerpo de temas que claramente no manejan, o simplemente escogen la peor burrada para decir, la seudo comparación que hizo Larrain con la zoofilia es una soberana idiotez (más allá de que Larrain intenta disfrazar su homofobia y misoginia con una nube falsa de "acidez/mordacidad"), y el cardenal diciendo que es peligroso tocar este tema considerando que la población de Chile está envejeciendo me parece casi gracioso, si no fuera tan triste (debería preocuparse más de ciertos elementos de su iglesia que tienen la poca saludable costumbre de manosear cabros chicos: ESO ES UNA ABERRACION, o curas teniendo hijos...supongo que eso no es aberrante desde la óptica del cardenal...sus prioridades están un pelo distorsionadas si me preguntan a mí), atacar de esa forma es una mariconada, en toda la fuerza del término, probando que lo maricón trasciende los géneros.

Una legislación saludable toma los hechos que se dan en su grupo social, y los norma, en un tiempo más o menos razonable, creo que legislar sobre este tema causará mucho más beneficio que potenciales daños a nuestra amada institución de la familia, lo mismo se decía del divorcio, y ya vemos que la familia no se disolvió...acá está, un poco diferente a como nuestros abuelos la conocieron, pero aquí está. Entender que "le estamos haciendo un favor" legislando sobre su matrimonio es de una soberbia gigante, es una deuda que tenemos si alguna vez pretendemos respetar con todas las letras a todas las personas.

Que tengan buenas noches.